El presidente estadounidense, Donald Trump, participará hoy en una ceremonia en Shanksville, Pensilvania, para recordar a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, cuando murieron casi tres mil personas.
El mandatario intervendrá esta mañana en el acto que tendrá como escenario al Memorial Nacional al Vuelo 93, el cual marca el sitio donde fue derribado un avión de la compañía United Airlines después de que los pasajeros se enfrentaron a miembros del grupo extremista Al-Qaeda para intentar retomar el control de la secuestrada aeronave.
La fase final del monumento, la Torre de las Voces, fue inaugurada el domingo, y consiste en una estructura de 29 metros de alto que tiene 40 campanas de metal tubulares, por cada una de las víctimas mortales del vuelo 93.
Según la versión oficial, el Boeing 757 que cayó en Shanksville hace 17 años fue uno de los cuatro aviones secuestrados por la mencionada organización terrorista, que estrelló dos aeronaves contra las Torres Gemelas del World Trade Center de la ciudad de Nueva York, y otra en el Pentágono, próximo a esta capital.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, manifestó ayer que la intervención de Trump este martes se enfocará en recordar ese día horrible y a las personas que fallecieron, así como en honrar no solo a las víctimas sino a quienes pusieron en riesgo su vida para ayudar luego de los ataques.
El presidente estará acompañado en Pensilvania por el secretario del Interior, Ryan Zinke; el gobernador del estado, Tom Wolf; el exgobernador Mark Schweiker; y el presidente de la agrupación Familias del Vuelo 93, Gordon Felt; mientras que el vicepresidente, Mike Pence, asistirá a un evento en el Pentágono.
Al mismo tiempo, en Nueva York, el Memorial y Museo del 11 de Septiembre también acogerá una ceremonia desde las 08:46, hora local, el momento en el que el primer avión se estrelló contra una de las Torres Gemelas.
Los trágicos eventos de esa jornada de 2001, que conmocionaron no solo a Estados Unidos, sino a toda la comunidad internacional, llevaron al expresidente George W. Bush (2001-2009) a decretar la controvertida guerra contra el terrorismo, usada para justificar las intervenciones en Afganistán e Iraq.
En el plano doméstico, en tanto, se emplearon como argumento para la polémica Ley Patriota, que dio al Gobierno el poder de aumentar el control sobre los ciudadanos, y que fue duramente criticada por diversas organizaciones al considerar que viola las libertades y garantías constitucionales.
Ayer Trump prolongó un año más la proclamación de emergencia nacional por los ataques terroristas, una medida que fue adoptada por Bush solo tres días después de los atentados y la cual otorgó amplios poderes para movilizar a las fuerzas armadas.
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